10 agosto 2008

UN PUÑADO DE IMAGENES PARA IQUITOS (I)

Radiante, con una amplia sonrisa que le dibuja totalmente el rostro, Angie Cepeda ingresa a la sala del Centro Cultural de la Universidad Católica donde se realiza una de las actividades del Festival de Cine de Lima. Saluda a todos los presentes y les regala un gesto cordial. Para muchos de los que están en la conferencia de prensa como mero pretexto para practicar el voyeurismo, el solo gesto de la colombiana les parece revelador. Pero para mis recuerdos, además, la Cepeda le devuelve algo de luz al pasado. Una imagen que retrotrae a la primera vez que la vi, 10 años atrás, vestido ceñido y rizos perfectos, una noche calurosa en la discoteca Noa, tratando de seguir las melodías de un ritmo de moda.

Una imagen vale más que mil palabras. Aunque el cine y la televisión a veces han sido tacañas con Iquitos, sería difícil no reconocer que ha habido cineastas, artistas y productores visuales que han visto en esta ciudad del ruido y la alegría suficiente fuente de inspiración como para plasmarlas en películas, videos, documentales. Algunos monumentales. Otros fallidos. Todos, sin excepción, importantes para la cultura audiovisual y el registro histórico iquiteño. He aquí la primera parte de este recuento:

1.- ¿Quién no ha amado un poco ese Iquitos bullicioso, calenturiento, pintado con tonos rojizos y sudorosos, con telón de fondo del otrora famoso Grupo Euforia, que muestra Pantaleón y las Visitadoras, la adaptación fílmica de Pancho Lombardi de la desternillante novela de Mario Vargas Llosa (la cual, además, es uno de los mejores testimonios de la ciudad), empuñando por primera vez el estandarte de lo selvático como gancho marketero y modelo (sensual) para armar. Y ahí, entre varias, la generosa figura de la Cepeda brilla con goce hedonista y bailable.

2.- ¿Alguien recuerda con deleite esa imagen de Diarios de Motocicleta, de Walter Salles, en la cual Ernesto Guevara/Gael García le increpa al Doctor Federico Bressani/Gustavo Bueno por la calidad de su novela Latitudes de Silencio? En los diálogos, se habla de que están en Pucallpa, tomando una lancha para Iquitos. Pero la escena, en realidad, fue hecha en el Mercado de Productores de la ciudad. Fue la única escena que recuerdo haber visto sobre IQT en esta mega producción extranjera (la cual, además, con el paso del tiempo, me ha ido gustando menos).

3.- Las mejores imágenes de Iquitos, de ese Iquitos pujante, explosivo, pobre, violento pero efervescente, los podrían encontrar en un pequeño cortometraje de 15 minutos, de Gianfranco Anicchini, titulado Radio Belén. Muy poca gente lo ha visto, y de hecho mucha de la leyenda que se ha creado en torno de ella tiene que ver con los furores exagerados que este producto, creado a mediados de los ochenta, tuvo entre críticos y cineastas. Yo lo vi alguna vez, en una copia antigua y de mala calidad, pero puedo indicar, sin equivocarme que estamos hablando de un producto mayor, una pequeña joya que valdría la pena recuperar y mostrar a las nuevas generaciones.



4.- Radiografía sobre Belén, definitivamente, es Hijas de Belén, uno de los cortometrajes de En el mundo a cada rato, una recopilación de cortos documentales sobre la situación laboral de los niños del mundo. Su director, Javier Corcuera, supo plasmar en 27 minutos las historias de tres generaciones de mujeres que habitan el barrio más pobre e hiperactivo de esta urbe. Con los parlantes de Radio Belén como sonido ambiental permanente y un paseo en motocarro por las calles de Iquitos, al compás de una canción del grupo Calypso, que debería figurar en alguna antología audiovisual sobre esta ciudad, la cinta de Corcuera rezuma cariño y pasión cuando filma a sus protagonistas.

5.- Existe un momento en Fitzcarraldo, de Werner Herzog, cuando, desde los altos de la Iglesia Matriz, se muestra un momento espectacular, en el cual la ciudad reposa sobre las piernas de la Plaza de Armas. Esa escena, con repique de campanas, le da un aspecto majestuoso y desmesurado a esa fabula sobre la época del caucho, plagada de excesos y delirios, que logra componer Herzog en esta inspirada, abigarrada, monumental película.




6.- Desde arriba, pero en la dirección contraria, Dorian Fernández logró llevar toneladas de equipo y agua hasta el sótano del edificio abandonado del Seguro Social, preparó una escenografía, prendió fuego, creó humo artificial y generó un pequeño chapuzón a partir de la tecnología disponible y un equipo de los bomberos voluntarios. El propósito era superior a su escaso presupuesto y su relativa experiencia. Allí nació Mundo Raro, el video-clip promocional del mediometraje loretano Chullachaqui.

1 comentario:

Enrique Dávila dijo...

Me gustaria conseguir "Hijas de belen" lei la trama del corto, como tambien otras de "El mundo a cada rato" aunque no he visto ninguna todavia.

Si alguien tiene el corto o los cortos en Iquitos, que pase la voz, le estare muy agradecido.