19 junio 2008

Sorry, me equivoqué de número

Por: Lupe Muñoz

¿Quién en este mundo no se ha equivocado al marcar un número telefónico?Lo usual en estos casos, es pedir disculpas por la confusión y asunto terminado. Pero cuando tu fallido receptor quiere por todos los medios entablar amistad, es como para decir que está fuera de red.

Yo particularmente me equivoco constantemente, parece que mis dedos se desviaran al marcar. Por lo general memorizo los números que frecuentemente marco y no uso la agenda, por eso a veces al errar en algún número termino llamando a otra persona.

Sé que tanto para hombres como mujeres, cuando nos equivocamos de número y escuchamos que es una voz agradable la que responde, le adjudicamos una imagen concordante con la voz. Pero creo que no es para tanto ¿no?.

Es que todos los hombres tienen esa curiosidad extrema de saber, por todos los medios, la identidad de una llamada errada, más si proviene de una mujer?. Me gustaría saberlo.

La anécdota más curiosa fue hace algún tiempo. Me quedé a dormir en la casa de mi mejor amiga y al siguiente día muy temprano quise comunicarme con mi hermano para que me recoja. Marqué su número –eso creí- y con la intención de ahorrar saldo y palabras trate de ser breve:

- Ven a recogerme por favor, estoy en casa de Mel.
- ¿Perdón?- contestó un joven.
- Que me recojas!!- insistí y alzando un poco la voz pensando que no me había escuchado.

Mi instinto hizo que me fijara en la pantalla de mi celular y me percaté que era otro número, sólo me quedó decir: "ay sorry me confundí" y colgué.

Mel y yo no pudimos aguantar la risa al imaginar las mil y un ideas que se le habrán cruzado al recepcionista luego que una loca lo llame 6:30 a.m. para pedir sin más ni más que la recoja. Yo misma bromeé con mi error y entre muchas cosas le dije a mi amiga ¿y si pensó que soy una prosti que quiere que le recoja de la casa de su colega? ¿Te has quedado varada en uno de esos huecos? agregó ella.

Recuerdo también que esa misma mañana, mi recepcionista me llamó cerca de las 10:00 a.m. para preguntar quién era. Le dije nuevamente que me había equivocado de número, le pedí disculpas y colgué. Por lo menos no preguntó donde tenía que ir a recogerme-.

Al igual que aquella vez me habré equivocado otras cientos de veces más, pero hay uno en particular que ya me está sacando de casillas.

Hace no menos de dos semanas, me llegó un mensaje al celular que me entregaron en el trabajo: "hola amiga, tengo una llamada perdida tuya, quiero saber quién eres", decía la misiva. Como el número me era totalmente desconocido, al cual no recuerdo haberlo marcado nunca y como presto mi teléfono a cualquiera de mis compañeros que bien pudieron ser los que llamaron, no respondí. Horas más tarde, recibí una llamada de teléfono público, era un muchacho.

-Hola, hace unos días marcaste mi numero 0000000, quiero saber quien eres.
-Ay perdón, no recuerdo haberte marcado, seguro me confundí.
-Pero ¿cómo te llamas?
-No hace falta, debe ser un error

Terminé de hablar y cuando intentaba decirme algo, se cortó su llamada.

Al rato me mandó otro mensaje: "amiga, soy fulanito de tal, estudio en la pre, no tengo saldo para llamar sólo para mensajes, quiero saber quién eres ¡respóndeme sí! "

Como era de esperarse, no lo hice, porque tengo menos probabilidad de equivocarme con dicho celular, a diferencia de mi número personal, ya que en la agenda del celular del trabajo tengo en su mayoría los números de autoridades a los cuales no los marco al azar. Explicar todo eso a un desconocido me resultaba francamente tedioso y dejé ahí el asunto con el fin de que se cansara y se olvidara.

A parte, puede que mi hermana quien bordea esa generación haya sido la autora de esa llamada. Aunque ni ella misma recuerda el número.

Hasta la fecha sigo recibiendo mensajes de texto y mensajes misios de ese número. Ya le explique que es un error, pero parece que no puede entender. Espero sinceramente por la salud de su saldo que algún día se aburra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jejej buena q despiste contigo caray.

debe ser un fan