17 abril 2008

EMO EXTREMO


Luego de haber llevado a cabo la encuesta que hicimos en este blog sobre los emos, los resultados fueron lo siguiente: Para un 33 personas (un 33%) son una moda, para 29 (un 29%) son unos poseros. Para 14 (un 14%) son una estafa, para 13 votantes (12%) son un misterio por resolver y, finalmente para 13 votantes son un grupo de rebeldes anti sistema (12%).

La percepción es que el actual movimiento o seudomovimiento emo es más una moda o una farsa antes que una producto genuino (y, por ende, respetable filosófica o ideológicamente actual). Esto me ha llevado a escribir una suerte de perfil sobre lo que la falsa corriente emo da a entender.


EMO EXTREMO

Están de moda, han decidido tomar todas las calles con su parafernalia pink y su alma tan negra como el rimmel que usan en sus transformaciones faciales. Han decidido que el mundo es una mierda, pero, calculadamente, sienten que el mundo se ve mejor con ellos encima, porque le prestan un poco de distinción y su toque nostálgico a que la cosa sea como, ummm, algo chic (ustedes me entienden).Los emos, cuyo término procede del inglés Emotional (o "emotivo"), gobiernan nuestro imaginario pop.

Pero los emos, son como una legión de vanidades en ristre y harto embuste, que han parasitado lo mejor que tenían varias de las tendencias y corrientes ideológicas, filosóficas y antisistema. Todo ello se ha mezclado de modo caótico, salvaje y con poca corrección en la coherencia y de ahí ha salido un producto de marketing. Claro, los emos, tal como los conocemos en las calles, son la mejor estrategia publicitaria para venderle esperanzas a un grupo de jóvenes dispuestos bienintencionados a seguir una moda y mantenerse en un rebaño, pero sintiéndose "diferentes". Ser un emo hasta es "cool".

La maquinaria les ha vendido cosas terribles, como Panda, Avril Lavigne, Belinda y hasta Simple Plan. Y ellos quieren comprar el paquete, con su escasamente natural forma de desafiar a los demás, con sus ropitas talla 14 y su mención constante a la palabra "dark" (como si fuera una pronunciación sagrada). Creen que El Cuervo es una película cool aunque no la hayan visto, y que Tim Burton es cool (y se llenan de chapitas de "La pesadilla antes de Navidad" como si fuera un partido político que los llevará al poder), aunque no sepan nada más de él. Claro, se alucinan más oscuros que Poe y Lovecraft, se sienten más desesperanzados que Sartre y se juran que viven un calvario sentimental más intenso que el de Baudelaire. Pero se juran saber más de todos ellos y ningunearlos con vituperancia digna del más atrevido de los ignotos.

Zapatillitas Vans y Converse por acá, politos y casaquitas que no cuestan tan barata, tristes canciones en inglés (porque la música en español es apestosa y pro-sistema). Tienen una infinidad de logos de estrelitas, caritas deprimidas, cinturones de colores hirientes entre sí, plenos de hebillas y púas que no sé para qué sirven (salvo para lacerarse).Se dibujan caritas tristes, le hacen la competencia a los mimos, se ponen tristes para no perder la costumbre, y se peinan con el estilo de-lado/lamida-de-vaca. Siempre con el lema "Soy incomprendido" (cuando usualmente más bien es un caprichoso o engreído), que disfruta de dar una imagen ambigua y de confraternizar con todos los que pueda en su crecimiento hormonal/afectivo. Hablan de la oscuridad, pero le temen, han tomado la Plaza Washington en Lima para llenarla con el humo de la marihuana. Se han puesto todo tipo de tatuajes y piercings Se pretenden antisociales pero adoorannnn las cámaras y fotos. Han descubierto en el Fotolog y el Hi5 su mejor arma contra el mundo y están encantados de saberlo. Eso los salva de la soledad de bailar solos y la conocida tendencia suicida/posera. No conozco emos que sean más suicidas que cualquier joven con esas tendencias (sobre todo en la adolescencia).

Pero más allá de su delgadez extrema (y de ciertos abusivos que han descubierto casi como un deporte siniestro agredirlos físicamente), de sus fracesitas tontuelas como "huuuulasss", "shudup", "yup", "amix" y "i hate the world" y su necesidad del i-pod y los espejos (desde donde ven todos los videos que colgaron en Youtube atacando a los Enemigos Intimos) , los emos no pueden ser considerados como una amenaza para el stablishment, ni como una cofradía peligrosa, mucho menos como una secta a la cual se debe exterminar (he visto en internet campañas anti-emo que me parecen estúpidas, racistas y discriminadoras). Las críticas que se puede hacer a un grupo de desubicados (en todas partes se cuecen habas) no implica de ningún modo llegar a la barbarie y el totalitarismo de exterminar o usar la violencia para acallar a gente que, quitándose el maquillaje y toda la parafernalia emo, son tan iguales en sus visiones, su idealismo y su ligera frivolidad de pertenecer a un espacio diferente aunque no se tenga mucho que sacrificar en nombre del egoísmo y la vanidad particulares.

Al final, el amor es igual para todos. El dolor también. Y la necesidad de llamar la atención mucho más. Aún cuando lo disfracen de dos siluetas de un hombre y una mujer abrazándose y entregándose mutuamente - y literalmente - el chorreante y sangrante corazón. Todo un triunfo del arte de crear personajes para el consumo masivo esto de los emos.

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